Los médicos siempre han alabado las bondades de la naturaleza y sus beneficios para la salud. Y lo hacen con más ahínco desde que en 2010 la revista Observer –de la Asociación para la Ciencia Psicológica de Estados Unidos– publicara cómo los espacios naturales como los bosques ayudan a la concentración, evitan la irritabilidad, mejoran el ánimo y contribuyen a la sanación de los enfermos.
El ecólogo Garry Kooy, vicepresidente de la Sociedad Ecológica SOMONCA Inc de Sosúa, asegura que después del agua los árboles son los elementos naturales más importantes y que el país cuenta con espacios forestales adecuados para sacarle provecho médico.
Un sano regalo de la naturaleza
Como ecosistemas productivos imprescindibles para la vida, los bosques contribuyen a proporcionar parte de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como salud humana: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
¿De qué forma?
El Holandés Garry Kooy, profesor de ecología en la zona norte dominicana y con 25 años radicado en el país, dice que los árboles producen oxígeno y absorben dióxido de carbono (sus principales funciones), lo que convierte a los bosques en los lugares más apropiados para realizar el acto humano por excelencia: respirar.
Respirar aire puro revitaliza el cuerpo, mejora la circulación y el aparato digestivo y previene enfermedades, afirman los médicos.
Para el doctor Jorge Plamplona Roger, autor de Nuevo estilo de vida, ¡Disfrútalo!, hay que respirar bien, profundamente, pero además hay que respirar aire puro.
“Aproveche todas las ocasiones que se le presenten para salir al campo y respirar a pleno pulmón. La respiración es la primera función de la vida. Su cerebro, y todo su organismo, funcionarán mejor si usted respira bien un aire lo más puro posible”, escribió Plamplona.
Regula el peso.
El bosque ofrece una alternativa gratis y sana a la vida sedentaria y ofrece espacios idóneospara las caminatas, uno de los principales ejercicios para bajar de peso. Frank Suárez, especialista en obesidad, dice en su éxito de ventas El poder del metabolismo que ningún ejercicio le parece más a apropiado para subir el metabolismo que caminar. Recomienda a la persona caminar inicialmente sólo hasta que se produzca un leve sudor en su piel. “Este es el punto donde ya el metabolismo ha subido lo suficiente como para regenerar el calor que provoca el sudor de la piel. El metabolismo genera calor y el calor provoca el sudor”, dice.
Agua.
Los bosques son grandes productores de lluvia y sus ríos suelen llevar las aguas más puras. Pamplona considera que el uso abundante del agua, “tanto por fuera como por dentro, es un buen hábito de salud que puede prevenir e incluso contribuir a la curación de muchas enfermedades”.
Sol.
Contrario a lo que ocurre en las playas y espacios abiertos, un bosque es el sitio perfecto para tomar el sol con moderación, tal y como recomiendan los dermatólogos.
Mejor vida.
En uno de sus editoriales dedicados a los bosques y a la salud humana y disponible en su página web (www.fao.org/docrep), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indica que la ordenación de los recursos forestales puede reducir las enfermedades.
“Los ecosistemas forestales no sólo contribuyen a las dietas y a la subsistencia de los habitantes de los bosques; también proporcionan una parte importante de los alimentos y medicinas consumidos por las poblaciones urbanas. (…) Los bosques contribuyen también a hacer más saludable el medio ambiente humano, por ejemplo absorbiendo la contaminación aérea (papel reconocido de los bosques urbanos), reteniendo metales pesados, radionúclidos y otros contaminantes del suelo, y ayudando a mantener la calidad del agua”
LA NATURALEZA
Foresta y salud
Yaniris López
Santo Domingo