Debemos tratar de salir de la rutina y acercarnos a la naturaleza. Puede ser simplemente adentrándonos en un parque de nuestra ciudad que todavía no conocemos, puede ser un día en el monte, en el río, en un pantano, en un Parque Natural, o en el Jardín Botánico.
Siempre hay más o menos cerca un espacio verde, tranquilo, rodeado de fauna y vegetación que descubrir y que nos va a permitir relajar la mente, y llegar a una sensación de bienestar. El contacto con la naturaleza, mirar los árboles, contemplar un paisaje montañoso, sentir el viento o escuchar cómo suena el agua, nos permite recuperar la armonía perdida a causa del estrés, mejora nuestro estado anímico, y además agudiza la concentración y la memoria.
La mejor opción es caminar y perdernos en la naturaleza. Porque las mejores partes de la naturaleza sólo se pueden experimentar a pie. Lo mejor para aproximarnos a ella y sumergirnos en su paz y belleza es caminar, pasear. Una caminata nos aportará flexibilidad, resistencia y fuerza. Va a fortalecer nuestras piernas, va a estimular la circulación sanguínea, reforzará nuestro ritmo cardíaco y nos dará una dosis de vitalidad y energía. Si salimos a pasear por espacios naturales en un día soleado, conseguiremos además un aporte extra de vitamina D gracias al sol, fortaleciendo así nuestro sistema óseo. Aparte, si nos preocupa nuestra figura, caminando podremos quemar las calorías que nos sobran.
Todos nuestros sentidos se agudizan durante un paseo al aire libre. Sentir los rayos del sol, escuchar el sonido del viento, respirar el aire fresco, tocar y oler las plantas a nuestro alrededor, contemplar las hermosas vistas de un paraje natural, sentir la arena entre los dedos de los pies, dejar que nuestra mente corra libremente, olvidándonos de nuestros quehaceres diarios.
Es estando en contacto con el medio ambiente cuando notamos una gran calma interior, se relaja nuestra respiración, aminora nuestro pulso, baja nuestra tensión arterial, somos más propensos a la meditación. La naturaleza va a fomentar nuestra creatividad al traer a nuestra mente pensamientos optimistas, potenciará nuestras capacidades mentales y afectivas, mejorarán nuestros procesos cognitivos e incluso conseguiremos que aumente nuestra función inmunológica. Un sencillo paseo por el campo va a favorecer nuestra recuperación tanto física como mental.
Además de estar en contacto con un paisaje plagado de belleza y llenarnos los pulmones de un aire más puro, los entornos verdes son un gran aliado para combatir la violencia, ya que nos ayudan a reducir la agresividad al aliviar nuestras tensiones. Es más, según algunos estudios científicos, el bullicio de la ciudad consume nuestra atención y nuestra memoria, mientras que estar en contacto con la naturaleza tiene un efecto calmante y mejora nuestra memoria a corto plazo. Incluso hay estudios que indican que los niños con hiperactividad se concentran y atienden mejor tras una caminata en medio de la naturaleza.
Los beneficios de caminar al aire libre en plena naturaleza son innegables. Algo debe haber cuando llega el fin de semana o días festivos y muchos decidimos salir de la ciudad en busca de parques o espacios naturales donde encontrar el sosiego, la calma, un poco de paz y tranquilidad. Porque la armonía de la naturaleza mejora nuestra calidad de vida y cualquier ruta por espacios naturales por pequeña que sea va a beneficiarnos, nos relajará, descansaremos intelectualmente y mejorará nuestra autoestima. Además nos dará más fuerza, resistencia y energía, a nuestros pulmones y a nuestro corazón, y también a nuestra mente.