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Kiri, el árbol total que puede salvar el mundo

por Webmaster2020
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Este árbol originario de China -llamado Paulownia- es capaz de crecer en suelos infértiles y absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta en el mundo.

Proteger los bosques es la mejor manera de proteger nuestro futuro. Pese a depender de ellos, la humanidad sigue ciega ante la alarmante situación del planeta. Se destruyen cerca de 13 millones de hectáreas forestales cada año en la Tierra, según datos de la ONU.

Pese a nuestra persistencia en luchar contra ellos, plantas y árboles siguen siendo los pulmones de la humanidad y la única manera de mantenernos vivos. Y, entre todos, hay uno que puede ayudarnos a luchar contra el cambio climático. Es una de las revoluciones en materia de cuidado medioambiental en el mundo. Los expertos dicen que puede ser la planta capaz de “salvar al mundo” al ser un aliado contra el cambio climático y la desertificación.

Los ejemplares resisten agresiones extremas ya que pueden regenerar sus raíces y vasos de crecimiento rápidamente, incluso en zonas áridas.

En los terrenos poco fértiles, sus hojas (ricas en nitrógeno) aportan nutrientes a la tierra y sus raíces previenen la erosión. Al absorber 10 veces más dióxido de carbono emite grandes cantidades de oxígeno.

Estos árboles (con grandes hojas y llamativas flores de color violeta) que en tan solo 5 años pueden crecer hasta 12 metros y llegar a los 27 en su máximo desarrollo. El kiri está considerado como el árbol que tiene un crecimiento más potente y rápido del mundo, en tan solo 8 años alcanza el tamaño de un roble de 40 años.. Con las condiciones de crecimiento necesarias para la especie, puede llegar a crecer más de 5 metros en un año y producir tanto volumen de madera como un roble en un tiempo diez veces menor.

Los árboles Kiri absorben cada año hasta 40 toneladas de CO2 por hectárea. Dado que producimos nuestra madera Kiri para un uso de alta calidad en la industria de muebles y materiales de madera, el CO2 ligado a nuestras plantaciones se almacena de manera permanente durante la larga vida útil de estos productos.

Tienen un sistema de raíz profunda. Las raíces que crecen hasta 5 metros de profundidad pueden desarrollar nutrientes a partir de las capas inferiores del suelo. Con la caída de hojas en otoño, estos nutrientes llegan a nuestros terrenos de plantación y se transforman rápidamente en valioso humus, cerrando así un ciclo natural.

Son de gran ayuda contra el calentamiento global, la contaminación y la desertificación del planeta. Un árbol que puede purificar suelo infértil, también absorbe 10 veces más CO2 que cualquier otra especie.

Puede llegar hasta los 27 m de altura y un tronco entre 7 y 20 m de diámetro. Tiene unas hojas de 40 cm de ancho. Resiste al fuego al regenerar sus raíces y vasos de crecimiento rápidamente y también tolera la contaminación. No es necesario replantar ya que rebrota de cepa después del corte. Prospera en suelos y aguas contaminadas y purifica la tierra según crece, a partir de sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al caer y descomponerse en el suelo, aunque en estas condiciones su crecimiento es muy lento. Para que su crecimiento sea óptimo, se requiere suelos profundos y bien drenados, preferiblemente franco-arenosos, no soportan los suelos salinos. Tiene la capacidad de desarrollarse en suelos pobres o erosionados, siempre y cuando se le apoye con abono orgánico y con un sistema de riego.

Por sus características fisiológicas, este árbol puede adaptarse a una gran variedad de climas con temperaturas extremas de -20 ºC hasta 45 ºC. Su principal característica, que lo convierte en único, es su eficiencia a la hora de realizar la fotosíntesis. Este árbol consume más CO2, principal gas de efecto invernadero, y produce más cantidad de oxigeno que la media de otros árboles. Un árbol adulto puede llegar a capturar 21,7 kg de CO2 cada día, lo que convierte en 6 kg de oxígeno.

Propiedades del Kiri

Consume más CO2 y produce más O2, que el resto de las especies arbóreas debido a sus grandes hojas y características metabólicas. Un árbol de Paulownia captura un promedio 21,7 kg de CO2 y devuelve 5,9 kg de O2 al día, una cifra superior a cualquier otro árbol conocido en hasta casi diez veces.

Es el árbol de más rápido crecimiento de todas las especies conocidas, llegando a un crecimiento de hasta 2 cm/día, logrando una altura de 6 m en un tiempo de entre diez meses y un año y medio, observándose una etapa inicial muy acelerada y sorprendente. En sólo un mes o algo más, en condiciones favorables, puede alcanzar la altura de una persona promedio, y su altura total, algo menos de 30 m, la alcanzará en un período de entre seis y siete años.

Es una especie notablemente resistente a plagas y enfermedades. Esto se debe a su bajo contenido de aceites y resinas.

El árbol de Paulownia tiene raíces profundas, perfectas para la estabilidad, lo que lo hace fuerte y confiable, y perfecto para crecer en áreas con pendientes pronunciadas donde los árboles normalmente no crecen. Debido a las profundas raíces de Paulownia, también tiene una mayor tolerancia al viento, por lo tanto, le permite crecer y florecer en áreas donde los bosques ya pueden haber fallado.

Se adapta a suelos pobres, empobrecidos por sobrecultivo, contaminados con sustancias sintéticas o hidrocarburos, y recupera sus propiedades aportando nitrógeno y oxigenándolos, por la acción expansiva de sus raíces de desarrollo vertical y profundo. Atrae gran cantidad de microorganismos y fauna edáfica en mayor grado que otras especies, lo cual contribuye a restablecer el ecosistema del sustrato.

Tolera muy bien las sequías y el fuego, habiendo sobrevivido íntegro a temperaturas de 425 °C. De hecho, el árbol del Kiri es un aislante muy bueno, tiene una alta resistencia a la temperatura y su temperatura de combustión es casi el doble que la de muchas maderas duras y blandas convencionales.

Favorece la permeabilidad y la retención hídrica del suelo, como la mayoría de los árboles pero en mayor cantidad.
Su madera posee propiedades excelentes para toda clase de usos industriales.

Su tono es claro, tiene pocos nudos, es liviana y de elevado rendimiento. Al no tener nudos, reduce en gran medida el desperdicio y la convierte en una buena opción para muchos compradores. Los árboles de Paulownia son resistentes a las enfermedades y tienen una alta resistencia a la temperatura, lo que hace que la madera de Paulownia sea casi a prueba de balas para los elementos.

Fuente: https://elblogverde.com/la-revolucion-del-kiri-el-arbol-que-puede-salvar-al-mundo/

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