La capa de ozono, un frágil escudo de gas, protege a la Tierra de la parte dañina de los rayos del sol, ayudando así a preservar la vida en el planeta.
La eliminación gradual de los usos controlados de las sustancias que agotan el ozono y las reducciones relacionadas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para esta y las generaciones futuras, sino que también han contribuido significativamente a los esfuerzos mundiales para abordar el cambio climático; Además, ha protegido la salud humana y los ecosistemas al limitar la radiación ultravioleta nociva que llega a la tierra.
«A medida que enfocamos correctamente nuestras energías en abordar el cambio climático, debemos tener cuidado de no descuidar la capa de ozono y estar alertas ante la amenaza que representa el uso ilegal de gases que agotan el ozono». Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres
El tema de este año celebra más de tres décadas de notable cooperación internacional para proteger la capa de ozono y el clima bajo el Protocolo de Montreal. Nos recuerda que debemos mantener el impulso para garantizar personas sanas y un planeta saludable.
El Protocolo de Montreal ha llevado a la eliminación del 99 por ciento de los productos químicos que agotan el ozono en refrigeradores, aires acondicionados y muchos otros productos.
La última Evaluación científica del agotamiento del ozono completada en 2018 muestra que, como resultado, partes de la capa de ozono se han recuperado a una tasa de 1-3% por década desde 2000. A las tasas proyectadas, el hemisferio norte y el ozono de latitud media sanar por completo en la década de 2030. El hemisferio sur seguirá en la década de 2050 y las regiones polares para 2060. Los esfuerzos de protección de la capa de ozono también han contribuido a la lucha contra el cambio climático al evitar un estimado de 135 mil millones de toneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono, de 1990 a 2010.
En este Día Mundial del Ozono, podemos celebrar nuestro éxito. Pero todos debemos presionar para mantener estas ganancias, en particular manteniéndonos atentos y abordando cualquier fuente ilegal de sustancias que agotan el ozono a medida que surjan. También debemos apoyar de todo corazón la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, que entró en vigencia el 1 de enero de 2019. Al eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), que son gases potentes que calientan el clima, esta enmienda puede evitar hasta 0.4 ° C de temperatura global aumentar a finales de siglo, mientras continúa protegiendo la capa de ozono. Y al combinar la acción para disminuir los HFC con mejoras en la eficiencia energética en la industria de enfriamiento, podemos lograr mayores beneficios climáticos.