El Día Forestal Mundial está dedicado a destacar la importancia de los recursos forestales, que contribuyen al desarrollo de todas las especies, incluido el ser humano. Los bosques nos proveen de bienes (pensemos simplemente en el papel, o en todas las utilidades de la madera), producen el oxígeno indispensable para la vida, nutren el suelo, purifican el aire y además, embellecen paisajes y nos proveen de lugares para el descanso y el disfrute.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución A/RES/67/200 el 21 de diciembre de 2012, por la que, a partir de 2013, cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques.
De este modo, se desarollan distintas actividades en diferentes ámbitos para rendir homenaje a la importancia de la naturaleza.
Esta celebración resultará útil para tomar mayor conciencia de que los bosques son parte integrante del desarrollo sostenible del planeta debido a los beneficios económicos, socioculturales y ambientales que proporcionan. Con este fin, se promoverá la acción internacional en pos del ordenamiento sostenible, la conservación y el desarrollo de todo tipo de bosques, incluidos los árboles fuera de ellos.
La FAO estima que cada año, más de 130.000 km² de bosques se pierden debido a la deforestación. La conversión a tierras agrícolas, la recolección insostenible de madera, las prácticas de la gestión inadecuada de la tierra, y la creación de los asentamientos humanos son las razones más comunes para la pérdida de zonas boscosas. Según el Banco Mundial, la deforestación representa hasta un 20 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global y, con ello, al cambio climático. Los bosques constituyen el hábitat de alrededor de dos tercios de todas las especies sobre la Tierra y la deforestación de bosques tropicales produce la pérdida de biodiversidad de hasta 100 especies por día.
De los bosques obtenemos beneficios indiscutibles, aproximadamente el 12% de los bosques del mundo han sido designados para la conservación de la diversidad biológica, lo que representa más de 460 millones de hectáreas, de las cuales la mayor parte están dentro de zonas protegidas. Alrededor de 330 millones de hectáreas de bosques tienen por función principal la protección de suelos y agua, protección contra las avalanchas, estabilización de dunas, lucha contra la desertificación o protección de las zonas costeras. Los bosques también son importantes en su uso para el esparcimiento, turismo y educación.
Según estudios hechos sobre la cobertura vegetal de Costa Rica, nuestro país cuenta con 2315400 ha de bosques (45,4% cobertura vegetal del territorio nacional), de las cuales aproximadamente 31,08% es protección absoluta (Parques Nacionales y demás categorías de protección), las restantes se distribuyen en bosques secundarios y otras coberturas.
Conocer nuestros bosques y mantenerlos sanos es fundamental para el futuro. Los bosques serán más importantes que nunca a medida que la población mundial aumente hasta los 8500 millones de personas para 2030.
Nunca se es demasiado joven para empezar a aprender sobre los árboles. Enseñar a los niños a establecer contacto directo con la naturaleza ayuda a que las futuras generaciones sean conscientes de los beneficios que brindan los árboles y los bosques, y de la necesidad de gestionarlos de manera sostenible.
Tanto el conocimiento moderno como el tradicional son esenciales para mantener los bosques sanos. Además deconocer y comprender la naturaleza, las personas que trabajan en los bosques deben aprender a utilizar la tecnología para garantizar que nuestros bosques sean vigilados y administrados de forma sostenible.
Invirtiendo en la educación forestal se puede lograr un mundo mejor. Los países pueden contribuir a garantizar la colaboración entre científicos, políticos, agentes forestales y comunidades locales para que trabajen juntos en la lucha contra la deforestación y hacia la restauración de los paisajes degradados.
Las mujeres y los hombres deben tener las mismas oportunidades de acceso a la educación forestal. La igualdad de género en la formación forestal ayuda a la capacitación de las mujeres en zonas rurales para que puedan gestionar los bosques de manera sostenible.